Bartolomé Esteban Murillo (
Sevilla,
1617 –
3 de abril de
1682) fue un
pintor barroco español. Formado en el
naturalismo tardío evolucionó hacia fórmulas propias del barroco pleno, con una sensibilidad que a veces anticipa el
Rococó en algunas de sus más peculiares e imitadas creaciones
iconográficas como la
Inmaculada Concepción o el
Buen Pastor. Figura central de la
escuela sevillana, con un elevado número de discípulos y seguidores que llevaron su influencia hasta bien entrado el
siglo XVIII, fue también el pintor español mejor conocido y más apreciado fuera de España, el único del que
Sandrart incluyó una breve y fabulada biografía en su
Academia picturae eruditae de 1683 con el
Autorretrato
del pintor grabado por Richard Collin. El grueso de su producción está
formado por obras de carácter religioso debido a que su clientela era en
mayor medida eclesiástica, pero a diferencia de los restantes grandes
maestros españoles cultivó también la
pintura de género de forma continuada e independiente.
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